Clavel
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Pienso en un rayo de luna en medio de este frio que invade mis huesos el alba arremete con sus esquirlas de diamante las flores se retuercen en medio del polvo del áspid furioso de mi invierno funesto. Hablo con sangre en las garras y no me arrepiento. Recuerdo mi forma humana durmiendo bajo la sal sobre mi corazón transparente con un cielo pequeñito toceando tiritando como un miserable espectro que no determina el margen de su lágrima ni logra interpretar la dimensión de su existencia. Cobijado por el eclipse que aun respira por mi híbrida piel.

Pienso en los ojos cerrados de la luna en su tormento en el cáncer del clavel en las laceraciones del tempano de nieve en los talones olvidados bajo cualquier puente cualquier epicentro cualquier desvio hacia el caos hacia todos.

Asciendo del averno borrascoso sin plegarias masticando una vorágine maligna una onda de odio de cansancio contemplando lo inmemorial lo escondido detrás de las almas perdidas. Estoy en todos soy todos. Aquellos malditos desgraciados que han olvidado la dirección de su rostro la sensibilidad de sus dedos. Aquellos que aún esperan el sueño de un río del mar de escucharse por primera vez a sí mismos comenzar una nueva fábula y no despertar nunca más.

Pienso en un rayo de luna
el invierno me consume
justo antes saltar al abismo
Llueve
La muerte insaciable llegará a tiempo
para arrullarme y fornicar conmigo.