-La mujer tiene la temperatura intelectual del medio en que vive: revolucionaria vehemente o conservadora impertérrita, según las circunstancias.
Reaccionaria nunca puede ser. Nicolás Gómez Dávila


Aquella temperatura del medio circundante
define el carácter intelectual de la fémina,
cuando esa temperatura se eleva con fragor de Trópico de Cáncer;
y las banderas rojas se agitan en océanos de revolución
ella se torna volcánica y decidida
despedazando los obstáculos inmanentes.

Pero al recibir la caricia del céfiro de primavera
de un ambiente dócil y conservador,
ella asume el rol impertérrito
edificando su habitación en un jardín doméstico
donde por las tardes sus suaves manos;
tejen la esperanza con el ritmo acompasado
de los pétalos del girasol.

La temperatura del medio intelectual
donde ella vive es la brújula,
y también es el termómetro
que miden los ideales de su temperatura.

En la atmósfera rosada de las landas
donde respira su femenina esencia
reaccionaria jamás puede ser.

Jorge Ángel Luna Rosado
Colombia