El Grito





Grito silencioso que desgarras en rojos las cuerdas bucales
de unos ojos cansados… yertos… vacíos…
grito que atormenta las conciencias de los burgueses
sociedad de borregos mansos perdidos
ante el látigo opresor.

Oh vieja Cristiania que despertaste al bohemio loco
que corre por su sangre anhelante
que pintó cuadros con la influencia impostergable
del maestro Krogh.

Grito… la conciencia de todos que desnuda las falsas reglas,
que expone indefensa las costumbres y rezos diurnos
conciencias que se inhiben en falsas complacencias
camuflaje de la noche… desenfrenos carnales.
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La sociedad pisoteada por el yugo de la economía
todo se vende… hasta la vida y el honor
se merca con la carne de las mujeres
se pone al mejor postor el orgullo.

Todo se pierde en un grito oscuro
que todos sienten, que a todos ahoga
pero que nadie se atreve a romper
todos son esclavos del conformismo.

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Un grito agonizante, vomito asqueado
para compadecerme de tu vida gris y de la mía,
un grito plasmado en pinceladas
que a fuerza de dolor fundan cadenas.

Incesante sufrimiento del hermano que vive
sumergido en la violencia del que lo rige…
entre la pobreza y la pasión de la esperanza
te heredo mi compasión en este grito mío que es tu voz.