Caminando por algunos callejones del recuerdo,

Encuentro los restos agonizantes de mi herida.
Muros derribados, de lo que fue, una fortaleza.
Mucha humedad de lagrimas que estallaron en la acera.
Y muchas espinas que brotaron en un,
jardín seco de rosas y crisantemos.
Que algún día floreció, en una lejana estrella.
Callejones sin vida, cual cementerio de grillos,
A cada paso sembrando melancolía,
En la bruma se pierde, el humo de mi cigarrillo.
Las sombras cubren el silencio del lugar,
Mientras furiosas campanas a lo lejos,
Me gritan tu ausencia con leves latidos.
En mi espalda, una daga y un puñal.
Callejones callados, respetando mi dolor.
Una luna vestida de luto, se apronta a cruzar,
Lagrimas que lloran y anuncian un temporal.
Otro gemido dan las campanas, queriendo gritar.
Solo un pequeño destello quisiera encontrar,
O ver los ojos de una soñada muerte.
Para dormir, dormir, dormir, dormir, dormir,
Aunque el infierno me cierre sus puertas,
Sabiendo, que no encontrare paz,
Solo quiero dormir, dormir.
En estos callejones del recuerdo, dormir.
Solo dormir.........

Silencio. No leas mas,
deja estas paginas en paz.
No escribiré mas, para no romper,
el embrujo,
Tu tienes que vivir,
Tu propia muerte.