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- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 2005-06-26 | [This text should be read in espanol] |
Estaba distraÃdo ( pensaba), pero no sabÃa en qué, últimamente todo se le estaba olvidando, tenÃa tanto miedo de aquel dÃa que no podÃa concentrarse en nada, sus triunfos, no admitÃan ningún fracaso, siempre habÃa sido un triunfador...a lo largo de toda su existencia.
Se repetÃa una y otra vez siempre lo mismo... Por eso ahora no podÃa creer que estaba al final del camino, ya no era el DOCTOR, sino el padre de…, el aburrido señor del 502, con cara adusta y faz cetrina que a medias contestaba el saludo del portero...quien amablemente le recibÃa el paquete para facilitarme la entrada al ascensor... Aquella tarde una vez allà dentro, en el silencio de aquel "sarcófago fúnebre" (eso me parecia) me detuve a mirar la pobre humanidad que generosamente me devolvÃa el espejo plantado en medio, para que no olvidara mi figura enjuta, mà escaso cabello , mis trémulas manos , y el silente resplandor de unos ojos que otrora fueron fuego y ahora se fundÃan en extraña nube perdida en el horizonte. Me preocupa que no hayan lágrimas en ellos, no empaparé mi pañuelo y jamás tendré como limpiar mi alma, miré de frente mis labios trémulos, pálidos , apretados en gesto de total hastió, sentà de pronto las rodillas y el corazón arrinconados, llevando el peso y la fatiga de mi alma, al saber que nunca más volverÃa ser ese hombre vital… Tomé la llave verde...(ahora eran de colores) para permitirme identificar la que corresponde a cada cerradura, (me las trajo mi hijo) , cansado de buscar en aquel manojo cada llave. Crucé la estancia atiborrada de cuadros , de fotografÃas ,de diplomas honorÃficos, de estantes repletos de libros, de lámparas inmensas que amenazantes parecÃan venirse abajo. Mis pasos lentos atrapados quizá por el desuso, tardaban en llegar al otro extremo del salón donde discretamente se erguÃa la poltrona de cuero. signo del poder y del orgullo que ahora se me antojaba vieja, obsoleta tanto como mi humanidad; me dejé caer sobre ella como pesado fardo y de la misma manera cerré los ojos... Señor -¿desea una tacita de té?,son las cinco- asentà con la cabeza sin mirar, siempre lo tomaba y hoy no serÃa la excepción. Pasaron unos segundos y apareció en el recuadro de la puerta del gran salón una preciosa mujer de tez trigueña, con el cabello recogido sobre la nuca, mirada dulce e ingenua, traÃa en las manos una charola de plata, con un mantel blanco de lino, sobre él una tetera de porcelana de Limoges ( Francia ), junto a un terno de té blanco impermeable y translúcido de fina adquisición no debÃa sorprenderme era mi taza de té, pero...algo me llamó la atención , a mi lado habÃa un jarrón con rosas rojas que despedÃan una suave fragancia por toda la estancia, me puse los anteojos, inspeccioné cada centÃmetro del cuarto y me di cuenta de lo maravilloso que era ese lugar , habÃa un piano de cola que yo solÃa tocar con melodÃas inolvidables como las "Bodas de FÃgaro" de Amadeo Mozart...toda una sinfonÃa cadenciosa nota a nota. En el recorrido se cruzaron nuestras miradas, aquella joven tenÃa unos ojos profundamente negros , mejillas sonrosadas, labios rojos carnosos y una silueta que dibujada sobre el fondo de la consola de ébano semejaba una diosa, -buenas tardes- me dijo -buenas tardes- le respondÃ, empecé a elogiar su bien cuidado cabello, sus piernas perfectas, su elegancia y su caminar, -¿de dónde eres?- , -del sur- contestó -¿en qué paÃs brillan las estrellas como tú?- sonrió, tenÃa una linda sonrisa, dientes resplandecientes y un hoyuelo en el mentón que le hacÃan ver como un lucero en medio del océano, -seguro no habrá ráfagas de viento, ni embarcación que le tema al mar bravÃo con doncella como tú- me miraba con eternidad placentera, mientras servÃa el té, deslizaba por sus dedos la magia de sus pensamientos, el sonido de su corazón y la suave frescura de su juventud, (tendrÃa unos 25 años a lo sumo) , -juventud divino tesoro-, pensé -¿PodrÃamos hablar un poco de usted?- interrogó -¿Es usted abogado?- lo digo por los folios que reposan en la biblioteca, he leÃdo algunos procesos y varios de sus escritos, me maravilla su profesionalismo y la ejecución justa que le da a cada proceso, -¿sabe?- soy estudiante de leyes, cuarto año...ahora me desenvuelvo como auxiliar del juez (me quedé mirándola) pareció notar mi ansiedad puesto que se adelantó a decirme... -he venido porque deseaba conocerlo, en varias ocasiones he golpeado la ventana pero no me ha respondido- me atrae su mirar sereno, sus pasos firmes, su figura recia y su apariencia de galán ...me gusta cuando cada noche lo siento tan cerca, cuando sé que al otro lado sus labios pronuncian bellas palabras y me despojo de temores para entrar en su mundo, ya como estrella...campanita...ó dulcinea y pasar por el lado de "Alejandro el grande" en plática tan amena que nunca he de dejar que repose en el sueño del olvido, lo he visto hoy ...tal como es ...con su traje de etiqueta, sus ojos azules, su bigote negro, su cabello ondulado, sus manos discretas y bien cuidadas, pude aspirar la fragancia de su colonia y sentir en cada beso la pasión de su juventud, -es tarde,debo regresar a casa, espero seguir frecuentándolo cada noche- Quise atraparla entre mis brazos ... me acerqué aún más hacia ella , le tendà la mano, le dije te Amo... pero el silencio(cómplice), ...DULCINEA...(no responde parece no tener conexión) |
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