-"Dios ha muerto" exclamó ese Viernes Santo que fue el siglo XIX.
Hoy vivimos en el atroz silencio del sábado.En el silencio de la tumba habitada.
¿En cuál siglo alboreará, sobre la tumba desierta, el Domingo de Pascua? Nicolás Gómez Dávila


Ese Viernes Santo que fue aquel siglo incierto
donde las tinieblas del espíritu sonaron una trompeta infernal,
y justo al mediodía cuando las sombras del eclipse
descendían sobre la faz de la tierra;
y el reloj histórico marcaba las tres de la tarde
este siglo oscuro se atrevió a decir una frase,
que antes jamás ningún otro siglo se le ocurrió decir
y entre un terremoto dialéctico dijo:
Dios ha muerto
desde entonces vivimos en el silencio atroz del sábado
en el silencio del sarcófago de mármol rojo;
que la filosofía estúpida cinceló a golpes de cincel errático
por eso el siglo siguiente
fue todavía más oscura la línea del horizonte
cruel epicentro de todo hecho sórdido.

Ahora que despuntó el nuevo milenio
aún seguimos en el atroz del silencio del sábado,
esperando que por fin brille el relámpago imprevisto,
el siglo donde por fin alboreará sobre la tumba vacía
la luz deslumbrante del Domingo de Pascua.

Jorge Ángel Luna Rosado
Pintor y poeta colombiano